Hoy en "Lo que las dietas no cuentan"... (redoble de tambores)... ¡¡ESTÁS PREPARADO/A!!
Y me preguntarás
¿Para qué?
Me tienes que contestar tú.
¿Cómo consigues la respuesta? Cuando has leído que estás preparado... ¿en qué has pensado? ¡pues estás preparado para eso! El problema es que muchas veces pensamos que estar preparado = tirarme directamente a la piscina a mi objetivo último. Por ejemplo, supongamos que mi deseo es ser directora del departamento de DDHH. Estar preparada no significa que vaya a ir a al director general y pedirle directamente ese ascenso, sino que estar preparado significa dos cosas:
- Que hay una parte de ti que ya es eso que quieres conseguir y que está deseando que conectes con ella
- Que puedes empezar hoy mismo con una planificación para conseguir tu objetivo deseado.
Estar preparado no se define por la meta a alcanzar, sino que estar preparado es tener la capacidad de dar pasos en la dirección adecuada. las dietas nos paralizan diciéndonos que no tenemos derecho a empezar a andar hasta que no pesemos x, y eso es mentira.
La frustración es algo totalmente natural, y el hecho de "estar preparado" implica que, lo creas o no, estás preparado/a para lidiar con esa frustración.