"la culpa es de los genes"
Parece que cualquiera que coja un par de kilos en Navidad debe desesperarse, porque significa que "le ha llegado el momento". Los genes están actuando e inexorablemente la persona afectada va a empezar a engordar y engordar (como si fuera un cuento).
Llamadme rebelde, pero me niego a darle tanto poder a unos señoritos a los que ni conozco. Y después de darle vueltas, quizás tenga algunos motivos para no hacerlo...