No sé si alguien que lea esto tendrá ese mismo planteamiento, pero yo misma me doy cuenta de que eso no sucederá, porque los cambios son progresivos y es bueno que lo sean. Es más, no creo que nunca llegue a ese punto con el que sueño, es antinatural.
Estamos en el juego y hay que bailar, pero el hecho de que sentirse inseguro es algo malo es una creación de mi mente, así de simple ¿por qué no puede ser de otra manera? bueno, podría, simplemente me lo planteo así. Todo lo que creemos lo hemos creado, y podemos re-crearlo, cambiarlo, modificarlo... afortunadamente solo tenemos una visión del mundo: no podemos cambiar el mundo, pero sí la visión que tenemos de él, porque todo lo que nos llega ha pasado por nuestro propio filtro. Algunos creerán que decidir activamente qué vida vivir es un acto de cobardía y que eso es vivir una mentira. Una vez más, eso es una decisión sobre qué creer, aunque tomada inconscientemente. Si tú no decides, otro lo hará por ti.
Sin embargo, nuestro filtro es humano, lo que significa que a veces no va a funcionar como tenemos pensado, a veces nos dejaremos llevar por las sensaciones y los sentimientos, nos sentiremos incómodos pero... ¿sabéis qué? pienso que en esos momentos es cuando más progresamos, cuando nos damos cuenta de que no podemos escapar de lo que la vida nos depara y aún así seguimos viviendo, cuando tenemos un mal día no estamos recayendo, ni somos bla bla bla. No. Los malos días existen, y son un recordatorio de por qué tomamos las decisiones que tomamos en momentos de mayor "lucidez". Sin embargo, no hay día ni comida ni periodo en la vida que defina quien eres, porque esa definición sólo te corresponde a ti. Los días malos son parte del juego, y enseñan mucho más que los días buenos. A veces, es simplemente cuestión de dejarlos pasar, de no prestarles mayor atención, para no centrar la energía en aquello que no quieres en realidad.
No hay día ni comida ni periodo en la vida que defina quien eres, porque esa definición sólo te corresponde a ti.
La pregunta no es si podemos evitar los malos días, sino que debemos cuestionarnos si realmente tendría algún sentido hacerlo de tener esa capacidad. Si están ahí, si existen, es porque nos aportan algo que los buenos días no pueden aportarnos.