Hoy vamos a por el tercer punto que las dietas nos omiten o no nos cuentan: el verdadero eje a través del que se gesta la pérdida de peso.
Si has estado leyendo este blog, sabrás que una de mis premisas es la siguiente:
Todo sobrepeso físico (es decir, ese peso "extra" con el que no nos sentimos cómodos, para diferenciarlo de aquellas personas a las que socialmente se les dice que tienen sobrepeso pero se sienten estupendamente) es el reflejo de un soprepeso emocional
¿Significa esto que no puedas hacer nada hasta que soluciones tus sobrepesos emocionales? No, puedes perder peso mientras estás "en el camino".
La clave para ello es el tercer #LQLDNC
"come cuando tengas hambre física"
- Te permite hacer algo a nivel "físico", que es algo que se agradece cuando vienes de dietas en las que supuestamente tú tenías en control (aunque nunca lo has tenido).
- Te permite ver las dietas desde otro punto de vista: ya no son tus mejores amigas o tus peores enemigas, simplemente han obviado el motivo esencial por el que los cuerpos humanos necesitan comer.
- (El más importante) Te ayudará a ver cómo actúan tus sobrepesos inconscientes y emocionales. Me explico: no siempre tendrás hambre física, puesto que habrá el día en el que quieras comer porque estás cansado, o has tenido una discusión, etc. Valorar si el hambre que sientes es física o no, es un buen termómetro para saber qué le falta a tu vida emocionalmente.
Muy importante: es una regla genérica, y cuando la rompas no pasa absolutamente nada. Sigue haciéndolo lo mejor posible y poco a poco verás como avanzas #nohaynadarotoenti